lunes, 5 de septiembre de 2016

Estados mentales (para construcción de personaje)

OBSESION

Obsesión proviene del término latí obsessĭo que significa asedio. Se trata de una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz persistencia asalta la mente. La obsesión tiene múltiples facetas de expresión.
Este pensamiento, sentimiento o tendencia aparece en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero persiste más allá de los esfuerzos por librarse de él. Preocupación o idea que domina y acapara la atención intelectual y que siempre va a acompañada de un penoso sentimiento de ansiedad.
La obsesión amorosa es también una manifestación clínica de este trastorno, en el que un individuo concentra su atención y desarrolla sentimientos obsesivos en una persona idealizada. Los individuos que padecen este trastorno tienen por lo general una baja autoestima y se proyectan en el ser objeto de su amor intentando poseerlo.

ASEDIAR

Rodear completamente un emplazamiento enemigo e impedir la entrada y la salida del mismo para lograr su rendición.

Acosar a alguien con preguntas o ruegos para conseguir algo.

ANSIEDAD

MONOMANIA

En psiquiatría se denomina monomanía (del griego monos, "uno", y mania, "locura", acuñado por primera vez en francés por Jean Étienne Dominique Esquirol en 1814) a un tipo de paranoia en el que el paciente sólo puede pensar en una idea o tipo de ideas. Una monomanía emocional es aquella en la que el paciente está obsesionado con una única emoción o varias relacionadas con ella; una monomanía intelectual es aquella en la que su pensamiento se centra en torno a una única idea o conjunto de ideas.

Interpretan toda la realidad a partir de una única idea.

PARANOIA

El psiquiatra español Enrique González Duro, en su libro La paranoia (1991), afirma que los factores desencadenantes de esta enfermedad se encuentran muy activos en individuos que presentan un acusado narcisismo y que se han visto expuestos a serias frustraciones, hallándose consecuentemente dotados de una baja autoestima. Esto provoca que se dispare en los mismos el mecanismo natural de Proyección, muy estudiado por la psicología, en virtud del cual tendemos a atribuir a otros aquellos impulsos, fantasías, frustraciones y tensiones que nos resultan inexplicables, inaceptables e insoportables en nosotros mismos. "El pensamiento paranoide —sigue González Duro(1993)— es rígido e incorregible: no tiene en cuenta las razones contrarias, sólo recoge datos o signos que le confirmen el prejuicio, para convertirlo en convicción."

Muchas veces un paranoide enfatiza en evitar una acción, aunque la desea, con el pretexto de no causar conmoción: "Vi una rosa y quise olerla, pero tuve miedo de ser lastimado". Metafóricamente piensa que algo que le agrada en realidad le ocasionará daño.

El individuo tiende a estar sin humor e hipersensible, especialmente respecto a su creencia.

PROYECCION

La proyección es un mecanismo de defensa por el que el sujeto atribuye a otras personas las propias virtudes o defectos, incluso sus carencias (falta). En el caso de la proyección negativa, ésta opera en situaciones de conflicto emocional o amenaza de origen interno o externo, atribuyendo a otras personas u objetos los sentimientos, impulsos o pensamientos propios que resultan inaceptables para el sujeto. Se «proyectan» los sentimientos, pensamientos o deseos que no terminan de aceptarse como propios porque generan angustia o ansiedad, dirigiéndolos hacia algo o alguien y atribuyéndolos totalmente a este objeto externo. Por esta vía, la defensa psíquica logra poner estos contenidos amenazantes afuera. La proyección positiva se da cuando el sujeto atribuye a otra persona cualidades dignas de ser admiradas, envidiadas, amadas, etc. es un componente habitual, incluso necesario en el proceso del enamoramiento. El tipo de proyección que el sujeto realice dependerá de su estructura psíquica y de la introyección que haga de si mismo y su autopercepción.

En este caso, cuya autobiografía publicada (Memorias de un enfermo de nervios)2 fue analizada por Freud, se describe a un sujeto masculino que ama a otro sujeto masculino. Esto le pone en contacto con pulsiones libidinosas que, aceptadas, lo someterían al castigo social de su entorno, por una parte, y al castigador «internalizado» en el superyó, por otra. Apelando a otro mecanismo de defensa, el de inversión, la persona intenta ocultar ese amor tras la emoción contraria, el odio. Pero, debido a que lo que se instala es una emoción también inaceptable o injustificada, se la localiza (proyecta) afuera. Y entonces llega a la conclusión de que el que realmente, aunque de modo ilusorio lo odia, es el otro. En tanto ejecutante de todo este proceso inconsciente, el yo se ha de sentir perseguido por el personaje primitivamente amado con pulsiones «peligrosas» de origen homosexual.

FANATISMO

El fanatismo es una actitud o actividad que se manifiesta con pasión exagerada, desmedida y tenaz en defensa de una idea, teoría, cultura, estilo de vida, etc. Hoy en día se usa mayormente para designar a las personas profusas en su proselitismo hacia una causa religiosa o política, hacia un deporte, pasatiempo o hobby, o hacia una persona a quien idolatra.

Psicológicamente, la persona fanática manifiesta una apasionada e incondicional adhesión a una causa, un entusiasmo desmedido y/o monomanía persistente hacia determinados temas, de modo obstinado, algunas veces hasta indiscriminado y violento.

COMPULSION

Algunos estudios admiten que este síndrome de compulsión es un trastorno psicológico que afecta a personas con perfiles clínicos tales como padecer algún tipo de angustia reprimida o situaciones agobiantes, personas dadas a tener un mundo lúdico o sentirse poco estimuladas cotidianamente y que buscan un escape a esta situación autoestimulándose con la adicción al objeto de sus deseos.

En las personas que arman maquetas es común que se vean afectadas en algún momento por la compulsión de almacenar obsesivamente cientos de cajas de armables más allá de sus capacidades de ejecutarlas.

Supersticiosos (pensamiento mágico): las personas que sufren de TOC presentan altos niveles de paranoia, disturbios de percepción y pensamiento mágico, en particular «fusión de pensamiento y acción», la creencia que los pensamientos negativos o determinados actos pueden originar daños. Estas personas sienten el fuerte impulso de realizar tareas repetitivas (rituales) sin sentido aparente, para contrarrestar sus pensamientos intrusivos como si dejar las puertas abiertas pudiera perjudicar a las personas amadas. Tienen la sensación de que si no hacen el ritual algo malo les puede suceder. Pueden creer dogmáticamente en diversas supersticiones populares (o albergar una duda obsesiva), y realizan ritos compulsivos. Miedo a hechos o seres sobrenaturales (ej. magia negra, buena suerte, mal de ojo, hombres lobo, vampiros, fantasmas, etc.), por ejemplo pensar que los muertos no pueden descansar en paz si no se hace un determinado ritual (escrúpulo de conciencia).

EROTOMANIA

La erotomanía es un trastorno mental inusual en el que una persona, generalmente en gente de un estatus social inferior, mantiene la creencia ilusoria de que otra persona,1 de estatus social superior, está enamorada de ella.

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